El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha presentado un proyecto de ley sobre la ley de Tráfico en el que se incluyen cambios que afectan tanto a conductores como a peatones. Se sube la velocidad máxima a 130 kilómetros por hora en algunos tramos de autovía y autopista, se dobla la multa por alcoholemia, que será de 1.000 euros, y se someterá al control de drogas a los peatones que cometan infracciones.
Se trata de un plan de medidas para la tolerancia cero con la conducción bajo los efectos del alcohol, según informó Fernández Díaz en rueda de prensa. Además, se elimina el vacío legal que venía sufriendo la conducción bajo presencia de drogas en el organismo.
Superar los 150 km/h será penado con una multa, independientemente de que el límite de la zona sea de 120 ó 130 km/h y además llevará asociada una pérdida de puntos.
Además, incluye una novedad relacionada con los atropellos de animales: la responsabilidad será del conductor salvo si es consecuencia de caza, supuesto en que el responsable sería el propietario del terreno, o de deficiencias del vallado, en cuyo caso el responsable sería el propietario de la vía, según informa La Vanguardia.
Con respecto a los ciclistas, el uso de casco para los menores será obligatorio en vías urbanas.
El ministro calcula que en tres o cuatro meses estará listo para entrar en vigor.